Columna de Naruto
16/02/2023
A Japón desde Polonia a los 19 años. La chica que conoció el shōgi en NARUTO y se convirtió en la primera jugadora profesional extranjera
Karolina Fortin es la primera mujer extranjera en convertirse en jugadora profesional de shōgi, en febrero del 2017. Karolina nació en Polonia y conoció el shōgi a los 16 años. En la versión polaca del manga NARUTO, el shōgi había sido traducido como “ajedrez japonés”. Se interesó por este misterioso juego hasta convertirse en una gran apasionada.
Karolina desarrolló sus habilidades del juego a través del internet y visitó Japón por primera vez a los 19 años. Desde ese tiempo tenía la ilusión de “convertirse en una jugadora profesional”. Tuvo muchas complicaciones para volverse una jugadora profesional de shōgi en aquel país lejano. Sin embargo, Karolina cuenta que “en ningún momento se desencantó del shōgi”. Al igual que Naruto, que aspiraba a convertirse en Hokage, Karolina no se rindió y logró cumplir su sueño.
Karolina nos contó acerca de cómo conoció la obra NARUTO y qué aspectos le gustan de esta, además de sus experiencias y el camino para convertirse en jugadora profesional de shōgi.
Karolina desarrolló sus habilidades del juego a través del internet y visitó Japón por primera vez a los 19 años. Desde ese tiempo tenía la ilusión de “convertirse en una jugadora profesional”. Tuvo muchas complicaciones para volverse una jugadora profesional de shōgi en aquel país lejano. Sin embargo, Karolina cuenta que “en ningún momento se desencantó del shōgi”. Al igual que Naruto, que aspiraba a convertirse en Hokage, Karolina no se rindió y logró cumplir su sueño.
Karolina nos contó acerca de cómo conoció la obra NARUTO y qué aspectos le gustan de esta, además de sus experiencias y el camino para convertirse en jugadora profesional de shōgi.
Karolina Fortin: Es la primera mujer extranjera en convertirse en jugadora profesional de shōgi (joryu kishi) reconocida por la Asociación Japonesa de Shōgi. Nació en la ciudad de Varsovia, Polonia. Estudiante del jugador Daisuke Katagami (7-dan). Después de graduarse de la Universidad Yamanashi Gakuin en la carrera de Gestión de Información, realizó sus estudios de maestría en Ciencias Sociales en la misma universidad. En el 2017 asciende al rango 2-kyū como jugadora profesional de shōgi. En el 2021 asciende al rango 1-dan. En el 2022 contrae matrimonio y cambia su apellido, de Styczyńska a Fortin.
* Karolina, que actualmente reside en Suiza, fue contactada vía videollamada para realizar esta entrevista.
Inspirada por Naruto, que siempre se esforzaba a pesar de su soledad
—Karolina, ¿podrías contarnos el motivo por el que te empezó a gustar NARUTO?
Karolina: La primera vez que vi el anime tenía 16 años. Durante la historia sobre Zabuza, no sabía qué iba a pasar después y eso me pareció muy interesante. Después encontré en una librería el manga y lo compré inmediatamente. Leí el manga completo hasta el último capítulo.
—Eso fue hace casi 15 años. ¿En esos tiempos NARUTO ya era famoso, incluso en Polonia?
Karolina: En Polonia todos lo conocían. Creo que era tan popular en toda Europa que podría haber entrado en el top 3 de los mangas japoneses más populares. El tema principal de este son los ninja, que son muy populares incluso en el extranjero. Aparte de que la historia era muy interesante, era genial poder conocer sobre la cultura japonesa, la cual me resultaba misteriosa.
Por ejemplo, al inicio de la obra, en el examen de Kakashi, aparece un bentō. En Europa no existe la cultura del bentō, así que me pareció fascinante.
Karolina: La primera vez que vi el anime tenía 16 años. Durante la historia sobre Zabuza, no sabía qué iba a pasar después y eso me pareció muy interesante. Después encontré en una librería el manga y lo compré inmediatamente. Leí el manga completo hasta el último capítulo.
—Eso fue hace casi 15 años. ¿En esos tiempos NARUTO ya era famoso, incluso en Polonia?
Karolina: En Polonia todos lo conocían. Creo que era tan popular en toda Europa que podría haber entrado en el top 3 de los mangas japoneses más populares. El tema principal de este son los ninja, que son muy populares incluso en el extranjero. Aparte de que la historia era muy interesante, era genial poder conocer sobre la cultura japonesa, la cual me resultaba misteriosa.
Por ejemplo, al inicio de la obra, en el examen de Kakashi, aparece un bentō. En Europa no existe la cultura del bentō, así que me pareció fascinante.
El ramen también era dibujado con muy buena pinta, así que la primera vez que vine a Japón y lo comí pensé “con este sabor, entiendo por qué le gusta tanto a Naruto”.
Por otro lado, los “chistes” que aparecían en esta obra al principio no los comprendía, pero, después de estudiar sobre Japón, logré comprenderlos. Eso también me parecía muy interesante.
—Si hablamos específicamente sobre la historia, ¿qué aspecto fue el que captó tu atención?
Karolina: Al inicio de la historia Naruto llevaba una vida solitaria, pero a pesar de eso se esforzaba para seguir adelante y fue creciendo. Me conmovió verlo así. En esos tiempos yo tampoco tenía muchos amigos, así que supongo que sentía empatía por él.
Creo que es una característica única el hecho de que no solo en Naruto, sino otros mangas de acción en Japón, se ponga el foco en las emociones de los personajes. Como en Europa no hay muchas obras de este tipo, puede ser más fácil que el lector sensible sienta interés por ellas.
—Por cierto, ¿cuáles son tus personajes favoritos?
Karolina: Mi favorito, sin duda alguna, es Naruto. Kakashi también es genial.
—Si hablamos específicamente sobre la historia, ¿qué aspecto fue el que captó tu atención?
Karolina: Al inicio de la historia Naruto llevaba una vida solitaria, pero a pesar de eso se esforzaba para seguir adelante y fue creciendo. Me conmovió verlo así. En esos tiempos yo tampoco tenía muchos amigos, así que supongo que sentía empatía por él.
Creo que es una característica única el hecho de que no solo en Naruto, sino otros mangas de acción en Japón, se ponga el foco en las emociones de los personajes. Como en Europa no hay muchas obras de este tipo, puede ser más fácil que el lector sensible sienta interés por ellas.
—Por cierto, ¿cuáles son tus personajes favoritos?
Karolina: Mi favorito, sin duda alguna, es Naruto. Kakashi también es genial.
Shikamaru también me gusta por ser el personaje que juega al shōgi. Me parece genial la escena en la que Shikamaru tira un encendedor cuando combate contra Hidan.
Incluso en tiempos difíciles, nunca creí que el shōgi “ya no fuera divertido”
—El motivo por el que te empezó a interesar el shōgi fue NARUTO, ¿cierto?
Karolina: La primera vez que hablaron sobre el shōgi en esta obra fue durante la saga de los Exámenes Chūnin, y fue ahí cuando empecé a interesarme. En polaco, este juego había sido traducido como “ajedrez japonés”, pero era muy diferente al ajedrez que yo conocía. En particular, me pareció muy interesante la regla de poder usar las piezas del oponente que hayas capturado como si fueran tuyas.
Karolina: La primera vez que hablaron sobre el shōgi en esta obra fue durante la saga de los Exámenes Chūnin, y fue ahí cuando empecé a interesarme. En polaco, este juego había sido traducido como “ajedrez japonés”, pero era muy diferente al ajedrez que yo conocía. En particular, me pareció muy interesante la regla de poder usar las piezas del oponente que hayas capturado como si fueran tuyas.
Es así que investigué más sobre el shōgi en internet e intenté jugarlo. Sin darme cuenta, me apasioné por este juego sobre todos los demás, incluso el ajedrez. Ya había jugado muchos otros juegos, pero el único al que sigo jugando es el shōgi.
—¿En esos tiempos, cómo conociste personas con las que jugar al shōgi?
Karolina: Primero busqué contrincantes en internet, y junto con las personas que vivían en el mismo territorio formamos un “club de shōgi”. Aunque le llamábamos club, simplemente hacíamos reuniones en cafés para jugar al shōgi. Después, usando internet, me esforcé en comunicarme en inglés para conocer compañeros de shōgi en todo el mundo. En unos inicios, fabricaba manualmente el tablero de shōgi. Lo dibujaba en una hoja e incluso lo grabé en una caja de vino.
—¿En esos tiempos, cómo conociste personas con las que jugar al shōgi?
Karolina: Primero busqué contrincantes en internet, y junto con las personas que vivían en el mismo territorio formamos un “club de shōgi”. Aunque le llamábamos club, simplemente hacíamos reuniones en cafés para jugar al shōgi. Después, usando internet, me esforcé en comunicarme en inglés para conocer compañeros de shōgi en todo el mundo. En unos inicios, fabricaba manualmente el tablero de shōgi. Lo dibujaba en una hoja e incluso lo grabé en una caja de vino.
—Así fue que investigaste a detalle sobre el shōgi y fuiste aprendiendo conforme te preparabas para jugarlo, ¿cierto?
Karolina: Así es. Aunque no tenía la consciencia de “estar aprendiendo”, simplemente lo hacía porque me parecía divertido. Incluso llevaba mi set de shōgi a la escuela, y al regresar a casa me ponía a jugar hasta la hora de dormir. Algunas veces faltaba a la escuela para jugar al shōgi en línea. Creo que usaba todo el tiempo posible para jugar al shōgi.
A lo largo de esa época, hice amigos y rivales. Empecé a participar en torneos online y seguí investigando motivada por el deseo de no perder. De ese modo, logré una mayor comprensión del shōgi y me gustó todavía más. Así fue.
—Parece que, justo como Naruto, tus amigos aumentaron conforme ibas confrontándote con diversas personas. Tiempo después, en el 2011, a la edad de 19 años, visitaste por primera vez Japón. ¿Cuándo surgió tu deseo de ir a Japón para aprender más sobre el shōgi?
Karolina: Desde el momento que me empezó a gustar el manga y el anime japonés quería ir a Japón. Sin embargo, Polonia está muy lejos y era difícil visitarlo si no tenías mucho dinero. Es por eso que después de graduarme de la universidad comencé a trabajar y ahorrar dinero, con la intención de poder ir algún día. Sin embargo, a los 19 años tuve la oportunidad de instruirme en línea con la maestra Kitao (nota: Madoka Kitao es una jugadora profesional de shōgi, de rango 2-dan), la cual me preguntó si querría convertirme en jugadora profesional y me invitó a Japón.
—¿Qué pensaste cuando te invitaron a Japón para volverte jugadora profesional?
Karolina: Por supuesto me hizo muy feliz. Gracias a mis amigos sabía que había jugadoras profesionales en Japón y me parecía interesante dedicarme a jugar al shōgi. Por supuesto, me preocupaba irme a vivir sola a un país lejano, y justo por ese tiempo había ocurrido el terremoto y tsunami de Japón de 2011, por lo que mis padres estaban muy preocupados. Sin embargo, sabía que seguramente no tendría otra oportunidad para volverme jugadora profesional. Es por eso que me decidí y fui a Japón.
Algo que me sorprendió al ir a Japón fue poder ver partidas de shōgi en la televisión. Era como un sueño. Asimismo, en los dojo de shōgi siempre podría encontrar un adversario. Ya que hasta ese momento mis partidas solían ser vía remota, esos días fueron verdaderamente emocionantes para mí. Cuando el oponente se encontraba frente a mí, del otro lado del tablero, podía comprender mejor sus sentimientos.
—¿Tus deseos por volverte jugadora profesional se volvieron más fuertes después de aprender shōgi en Japón?
Karolina: Así es. Sin embargo, el momento en que comencé a pensar más seriamente en volverme jugadora profesional fue durante una visita a Polonia el 2012 cuando participé como jugadora extranjera invitada en la copa de shōgi femenil “Ricoh Ouza”. Fue ahí que pude vencer a una jugadora profesional y logré tener más confianza en mí misma.
Sin embargo, no todo fue sencillo después de eso. El camino para convertirme en una jugadora profesional fue muy complicado.
—En el 2013 comenzaste tus estudios en la Asociación Japonesa de Shōgi para convertirte en jugadora profesional, mientras continuabas estudiando el idioma en la Universidad Yamanashi Gakuin. ¿Qué fue lo más complicado de esa época?
Karolina: Cuando fui a Japón a los 19 años, me alojaba en la casa de la maestra Kitao, pero al regresar a Japón después del viaje empecé a vivir sola por primera vez. Todavía no me sentía segura de mi japonés, y me resultaba muy complicado ir de compras. También estaba muy ocupada con los estudios de la Universidad, así que fue muy desafiante encontrar un equilibrio con el shōgi.
—Aun así no te rendiste y continuaste tus estudios hasta alcanzar el rango 2-kyū en febrero del 2017. Te convertiste públicamente en la primera extranjera en volverse jugadora profesional de shōgi.
* Se considera como una jugadora profesional de shōgi hasta llegar al rango 2-kyū.
Karolina: Para volverse jugadora profesional es necesario alcanzar los resultados requeridos en un plazo de dos años después de alcanzar el rango 3-kyū. En mi caso, el primer año después de alcanzar el rango 3-kyū no había logrado muchos resultados, así que cada vez aumentaba más la presión por conseguirlo. ¿Acaso perdería todo el progreso que había hecho en Japón hasta ese punto? Esa era una gran preocupación para mí.
Aun así, el shōgi nunca dejó de ser divertido para mí. Era una situación complicada, pero cada vez que jugaba shōgi era feliz y mi sensación de interés al haber aprendido algo nuevo era muy grande. Al igual que Naruto, nunca dejé que las complicaciones me detuvieran y seguí adelante.
Cuando gané en la partida de la que dependía que alcanzara el rango 2-kyū, mis preocupaciones fueron resueltas.
Karolina: Así es. Aunque no tenía la consciencia de “estar aprendiendo”, simplemente lo hacía porque me parecía divertido. Incluso llevaba mi set de shōgi a la escuela, y al regresar a casa me ponía a jugar hasta la hora de dormir. Algunas veces faltaba a la escuela para jugar al shōgi en línea. Creo que usaba todo el tiempo posible para jugar al shōgi.
A lo largo de esa época, hice amigos y rivales. Empecé a participar en torneos online y seguí investigando motivada por el deseo de no perder. De ese modo, logré una mayor comprensión del shōgi y me gustó todavía más. Así fue.
—Parece que, justo como Naruto, tus amigos aumentaron conforme ibas confrontándote con diversas personas. Tiempo después, en el 2011, a la edad de 19 años, visitaste por primera vez Japón. ¿Cuándo surgió tu deseo de ir a Japón para aprender más sobre el shōgi?
Karolina: Desde el momento que me empezó a gustar el manga y el anime japonés quería ir a Japón. Sin embargo, Polonia está muy lejos y era difícil visitarlo si no tenías mucho dinero. Es por eso que después de graduarme de la universidad comencé a trabajar y ahorrar dinero, con la intención de poder ir algún día. Sin embargo, a los 19 años tuve la oportunidad de instruirme en línea con la maestra Kitao (nota: Madoka Kitao es una jugadora profesional de shōgi, de rango 2-dan), la cual me preguntó si querría convertirme en jugadora profesional y me invitó a Japón.
—¿Qué pensaste cuando te invitaron a Japón para volverte jugadora profesional?
Karolina: Por supuesto me hizo muy feliz. Gracias a mis amigos sabía que había jugadoras profesionales en Japón y me parecía interesante dedicarme a jugar al shōgi. Por supuesto, me preocupaba irme a vivir sola a un país lejano, y justo por ese tiempo había ocurrido el terremoto y tsunami de Japón de 2011, por lo que mis padres estaban muy preocupados. Sin embargo, sabía que seguramente no tendría otra oportunidad para volverme jugadora profesional. Es por eso que me decidí y fui a Japón.
Algo que me sorprendió al ir a Japón fue poder ver partidas de shōgi en la televisión. Era como un sueño. Asimismo, en los dojo de shōgi siempre podría encontrar un adversario. Ya que hasta ese momento mis partidas solían ser vía remota, esos días fueron verdaderamente emocionantes para mí. Cuando el oponente se encontraba frente a mí, del otro lado del tablero, podía comprender mejor sus sentimientos.
—¿Tus deseos por volverte jugadora profesional se volvieron más fuertes después de aprender shōgi en Japón?
Karolina: Así es. Sin embargo, el momento en que comencé a pensar más seriamente en volverme jugadora profesional fue durante una visita a Polonia el 2012 cuando participé como jugadora extranjera invitada en la copa de shōgi femenil “Ricoh Ouza”. Fue ahí que pude vencer a una jugadora profesional y logré tener más confianza en mí misma.
Sin embargo, no todo fue sencillo después de eso. El camino para convertirme en una jugadora profesional fue muy complicado.
—En el 2013 comenzaste tus estudios en la Asociación Japonesa de Shōgi para convertirte en jugadora profesional, mientras continuabas estudiando el idioma en la Universidad Yamanashi Gakuin. ¿Qué fue lo más complicado de esa época?
Karolina: Cuando fui a Japón a los 19 años, me alojaba en la casa de la maestra Kitao, pero al regresar a Japón después del viaje empecé a vivir sola por primera vez. Todavía no me sentía segura de mi japonés, y me resultaba muy complicado ir de compras. También estaba muy ocupada con los estudios de la Universidad, así que fue muy desafiante encontrar un equilibrio con el shōgi.
—Aun así no te rendiste y continuaste tus estudios hasta alcanzar el rango 2-kyū en febrero del 2017. Te convertiste públicamente en la primera extranjera en volverse jugadora profesional de shōgi.
* Se considera como una jugadora profesional de shōgi hasta llegar al rango 2-kyū.
Karolina: Para volverse jugadora profesional es necesario alcanzar los resultados requeridos en un plazo de dos años después de alcanzar el rango 3-kyū. En mi caso, el primer año después de alcanzar el rango 3-kyū no había logrado muchos resultados, así que cada vez aumentaba más la presión por conseguirlo. ¿Acaso perdería todo el progreso que había hecho en Japón hasta ese punto? Esa era una gran preocupación para mí.
Aun así, el shōgi nunca dejó de ser divertido para mí. Era una situación complicada, pero cada vez que jugaba shōgi era feliz y mi sensación de interés al haber aprendido algo nuevo era muy grande. Al igual que Naruto, nunca dejé que las complicaciones me detuvieran y seguí adelante.
Cuando gané en la partida de la que dependía que alcanzara el rango 2-kyū, mis preocupaciones fueron resueltas.
Fui alentada por Naruto, “que se parecía a mí”
—Naruto aprende muchas cosas durante sus combates y así va creciendo. ¿Alguna vez tuviste la sensación de haber crecido durante una partida?
Karolina: Cada una de las partidas se volvió una gran experiencia para mí. Sobre todo las derrotas. Cuando me volví jugadora de shōgi tenía la impresión de que “era muy fuerte”. Sin embargo, cuando hice mi debut perdí desastrosamente. En ese momento no me rendí, así conocí cuáles eran mis debilidades y pude crecer con la práctica. Incluso Naruto ha experimentado eso. Él tampoco ganó todos sus combates.
—¿Hay alguna partida que particularmente te haya dejado una fuerte impresión?
Karolina: Hay 3. La primera fue con la jugadora profesional Tomoka Nishiyama que contaba con tres títulos (en ese entonces). En aquella ocasión perdí, pero resultó en una partida muy divertida por haber competido contra una fuerte oponente. Fue una experiencia maravillosa debido a la enorme diferencia de habilidad entre las dos.
También la partida contra la maestra Ichiyo Shimizu, que es de rango 7-dan. (Nota: consiguió cuatro títulos Queen en el 2000 y es la primera mujer en ascender al rango 6-dan. En el año 2020 consiguió por primera vez ascender al 7-dan.) He jugado contra ella en el 2018 y el 2021. La primera vez pude ganarle. Ella es una jugadora profesional de shōgi legendaria, por lo que aún recuerdo claramente cuando le pude ganar.
—Esa mentalidad de “mientras más fuerte sea el oponente, más divertido y más fuerte es la impresión” es similar a la de los protagonistas de los mangas de Jump. Por cierto, ¿hay algún aspecto de la personalidad o forma de pensar de los personajes de NARUTO que sientas que se parezca a ti?
Karolina: Shikamaru dice mucho la frase “¡Qué fastidio!”. A mí también muchas cosas me resultan fastidiosas y tengo la tendencia de buscar el modo más sencillo de hacer algo. Por otro lado, Shikamaru tiene la cualidad de líder. Yo también uso mi liderazgo para popularizar el shōgi en el extranjero, así que ese es otro punto que tenemos en común.
Karolina: Cada una de las partidas se volvió una gran experiencia para mí. Sobre todo las derrotas. Cuando me volví jugadora de shōgi tenía la impresión de que “era muy fuerte”. Sin embargo, cuando hice mi debut perdí desastrosamente. En ese momento no me rendí, así conocí cuáles eran mis debilidades y pude crecer con la práctica. Incluso Naruto ha experimentado eso. Él tampoco ganó todos sus combates.
—¿Hay alguna partida que particularmente te haya dejado una fuerte impresión?
Karolina: Hay 3. La primera fue con la jugadora profesional Tomoka Nishiyama que contaba con tres títulos (en ese entonces). En aquella ocasión perdí, pero resultó en una partida muy divertida por haber competido contra una fuerte oponente. Fue una experiencia maravillosa debido a la enorme diferencia de habilidad entre las dos.
También la partida contra la maestra Ichiyo Shimizu, que es de rango 7-dan. (Nota: consiguió cuatro títulos Queen en el 2000 y es la primera mujer en ascender al rango 6-dan. En el año 2020 consiguió por primera vez ascender al 7-dan.) He jugado contra ella en el 2018 y el 2021. La primera vez pude ganarle. Ella es una jugadora profesional de shōgi legendaria, por lo que aún recuerdo claramente cuando le pude ganar.
—Esa mentalidad de “mientras más fuerte sea el oponente, más divertido y más fuerte es la impresión” es similar a la de los protagonistas de los mangas de Jump. Por cierto, ¿hay algún aspecto de la personalidad o forma de pensar de los personajes de NARUTO que sientas que se parezca a ti?
Karolina: Shikamaru dice mucho la frase “¡Qué fastidio!”. A mí también muchas cosas me resultan fastidiosas y tengo la tendencia de buscar el modo más sencillo de hacer algo. Por otro lado, Shikamaru tiene la cualidad de líder. Yo también uso mi liderazgo para popularizar el shōgi en el extranjero, así que ese es otro punto que tenemos en común.
Sin embargo, considero que soy más parecida a Naruto, respecto a las condiciones en las que me encontraba y mi forma de vivir cuando era una niña.
—Es verdad. Hay aspectos de ti, que te has esforzado para convertirte en una jugadora de shōgi profesional, que se parecen a Naruto, que se esforzaba para cumplir su sueño de ser Hokage.
—Es verdad. Hay aspectos de ti, que te has esforzado para convertirte en una jugadora de shōgi profesional, que se parecen a Naruto, que se esforzaba para cumplir su sueño de ser Hokage.
Karolina: Yo estaba completamente determinada en “jugar al shōgi” y “volverme jugadora profesional”. Puede ser que en eso me parezca a Naruto, ya que él estaba determinado en convertirse en el Hokage. Además, ese niño, a pesar de sentirse solo, tenía un sueño que le hizo esforzarse hasta el fin. Pienso que hubo ocasiones en las que verlo así me dio valor. Por cierto, cuando yo me convertí en jugadora profesional hice la pose de pulgar arriba de Naruto (risas).
—Para finalizar, ¿podrías contarnos tu sueño actual?
Karolina: Siguiendo el ejemplo de Naruto, quiero volverme un soporte para el mundo del shōgi y popularizar este juego en todo el mundo. Además, me gustaría fomentar a que aumenten los jugadores profesionales internacionales de este juego. En la actualidad ya existen torneos internacionales. Sin embargo, el nivel de estos no está a la par de los japoneses. Sería fabuloso que aparecieran poderosos jugadores de todas partes del mundo. Estoy segura de que sería muy emocionante. Tengo el sueño de que ese día llegue, y para ello quiero seguir propagando lo divertido que es el shōgi.
Karolina: Siguiendo el ejemplo de Naruto, quiero volverme un soporte para el mundo del shōgi y popularizar este juego en todo el mundo. Además, me gustaría fomentar a que aumenten los jugadores profesionales internacionales de este juego. En la actualidad ya existen torneos internacionales. Sin embargo, el nivel de estos no está a la par de los japoneses. Sería fabuloso que aparecieran poderosos jugadores de todas partes del mundo. Estoy segura de que sería muy emocionante. Tengo el sueño de que ese día llegue, y para ello quiero seguir propagando lo divertido que es el shōgi.
Realización de entrevista y redacción: Noriyuki Enami (Yajirobe)